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La luz y el espacio en Arquitectura

La luz y el espacio en la arquitectura son dos elementos que van intensamente ligados, pues que ambos, son de gran importancia para la elaboración de los diseños de cualquier obra arquitectónica. Como arquitectos se debe saber llevar la relación entre ambos aspectos para lograr una geniuda en el diseño de la estructura.

¿Qué es el espacio arquitectónico?

Como elemento primordial en la arquitectura, el espacio es aquel que delimita el volumen para saber su función en la estructura del sistema, es decir, saber si sirven para construir o para complementar espacios derivados. Además, debe considerarse el espacio en cuanto a su uso funcional, si es permeable, flexible, a cambios de mobiliario y funcionamiento.

O bien, sea un espacio impermeable, que es de un eso especifico y determinado, como un baño o recamara. Ahora bien, distingue el espacio también dependerá de la forma del espacio y si este es abierto o cerrado. Asimismo, se debe tener en cuenta el espacio interno como el protagonista del hecho arquitecto y el espacio externo como el limite.

Ahora bien, la arquitectura contemporánea adopta la creación espacial como su foco fundamental, donde se categoriza en ocho concepciones:

  1. Espacio social: Es aquel que refleja perspectivas socioculturales de quienes lo han creado, además de ser importante por su función.
  2. Espacio habitable: Es aquel que se utiliza para experimentar las demandas de la vida doméstica y del habitante, donde casi no impacta la transformación social.
  3. Espacio en esteroides: Es aquel que combina las referencias, historias tradicionales con innovadoras maneras de ocupar el espacio, para explorar nuevas posibilidades de interacción.
  4. Espacio envoltorio: Aquel espacio que utiliza los limites exteriores como guía del diseño del edificio, a partir de los máximos de construcción, exploran los bordes imaginarios.
  5. Espacio de ensamblaje: Es aquel espacio que busca crear relaciones entre objetos y espacios a través de su nodo y ensamblaje.
  6. Espacios performativos: Aquel que se define por como las personas lo utilizan para así definir su forma física de construcción.
  7. Espacio ficción: Es aquel que se construye a partir de historias que se desean ser reflejadas en su construcción.
  8. El espacio condensado: Aquel que surge a medida que el urbanismo aumenta, y el espacio natural desaparece. Puesto que solo quedan grandes arquitecturas ocupando el espacio.

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¿Qué tiene que ver la luz en la arquitectura?

Como arquitectos encargados de realizar un proyecto, para crear espacios originales y creativos hay que saber la importancia de la luz en la arquitectura. Debido a la utilización de este elemento se pueden resaltar detalles arquitectónicos para el diseño y transformación por completo de un espacio.

La iluminación natural y artificial siempre ha sido un elemento fundamentar para jugar con los diseños arquitectónicos y producir sensaciones en las estructuras para mejores resultados. Resaltar formas, modelar objetos y destacar puntos específicos de un espacio se consigue con la luz artificial.

Entonces, la importancia de la luz en la arquitectura recae sobre el uso que se puede hacer con ella, bien sea para estética, funcionales y eficientes. Para producir efectos que influyan en los sentimientos de las personas dentro de una edificación se utiliza la luz como uso estético. Mientras que para un uso funcional se utiliza para poder distinguir objetos y ver en la oscuridad.

De igual manera, se tiene que utilizar la luz de modo eficiente, es decir, utilizarla de forma que se pueda aprovechar el máximo sin utilizar más de la necesaria para un ahorro de energía. Lo anterior se logra con iluminación LED y lámparas de bajo consumo. La luz tiene el poder de modificar la percepción visual y espacial de cualquier lugar.

El papel de la luz en el interior de los edificios

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Durante muchos años se ha utilizado la luz para despertar emociones y crear una atmosfera determinada dentro de los edificios, cambiando por completo la percepción y significado; sobre todo en edificios con funciones culturales o sangradas. El papel de las luces y sombras influye directamente sobre la belleza del interior de la edificación.

Como ejemplo de esto, el Museo Guggenheim de Bilbao, uno de los más famosos de los últimos años, causa una atmósfera determinada dentro del edificio, gracias a como se usó la luz natural en su exterior, para reflejar el rio en sus capas de acero. Dando una atmosfera muy fría, que cambia su aspecto por completo.

Ahora, al entrar, esa atmosfera fría cambia por completo, se convierte en lo contrario, pues gracias a la luz que entra por los diferentes tragaluces y todas las demás iluminaciones artificiales usadas en su interior; da un aspecto más cálido. Entonces, se crean otras emociones y percepción.

Por otra parte, la luz también es utilizada para dar la percepción adecuada a las obras de artes situadas en él. Puesto que en sus diferentes salas se utilizan paneles corredizos, cristales de colores o persiana que causen la influencia positiva sobre la iluminación de la obra de arte en el momento correcto. Puesto que no se tiene el control de la dirección ni la intensidad de la luz natural.

El papel de la luz en el exterior de los edificios

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Generalmente, la duda más frecuente al realizar el diseño de un edificio es ¿como lograr fusionar el diseño exterior con el paisaje?, pues siempre se trata de producir la impresión de que parte del nuevo edificio es una extensión de los alrededores del mismo. Para ello, se permite que gran parte de la luz natural entre al edificio para que, así, cree la sensación de que se fusiona con el exterior.

El acristalamiento de edificios en una de sus partes, es la técnica más utilizada en los edificios culturales para lograr el cometido. Gracias al influjo de luz natural que entra por allí se puede disfrutar de una atmosfera cálida.  Por último, es importante aclarar que, no es la cantidad de luz proporcionada lo que da una buena calidad o iluminación a las edificaciones, sino la ubicación de su fuente. Así que, a veces, no se necesita mayor intensidad, sino cambiar la posición para ver una nueva cara de la arquitectura.

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